La trova Cubana(De gran gran valor musical y alto vuelo poético) es descendiente y heredera legitima de una muy añeja tradición que se remonta al siglo XI, cuando en el sur de la Francia medieval florecieron los primeros trovadores (literalmente," encantadores"), casi siempre eran músicos o poetas, aveces sabían utilizar instrumentos de cuerda, otras eran cantantes y en sus versiones mas completas lo eran todo al mismo tiempo.
En el caso de Cuba, el lugar específico de su nacimiento fue la región oriental de la isla; en la ciudad de Santiago de Cuba, donde en el último tercio del siglo XIX un compositor y guitarrista llamado José Sánchez – Pepe-, se convirtió en el padre de la canción trovadoresca cubana y en el primer maestro de los grandes trovadores, especialmente del genial Sindo Garay.
Pepe Sanchez es el primero de los autores que cristalizan obras en esta corriente que ya se generaba en el canto popular anónimo del siglo XIX, al cual se añaden los de Sindo Garay, Rosendo Ruiz Suárez, Alberto Villalón, Patricio Vallagas, Manuel Corona, Miguel Campanioni, Rafael Gómez (Teofilito) y otros muchos que legaron amplísimo repertorio de boleros, canciones y guarachas, en las primeras etapas conformadoras de la bien llamada Trova tradicional, que se extiende profundamente dentro de la siguiente centuria.Con ellos se fijó en la cultura nacional cubana la imagen nunca ausente del cantautor "trashuman te" y bohemio, cronista reflexivo de los asuntos humanos y del amor en todos sus matices.
Hacia 1925 la trova había entroncado con el son, en lo que desempeñaron un papel importante las creaciones de Miguel Matamoros su paradigmático trío, también muchos importantes artistas, quienes en rumbaron el decir trovadoresco hacia nuevas vertientes formales y estilísticas, contribuyeron a la popularización de sus lenguajes y a su difusión internacional: Dúos como los de María Teresa Vera y Rafael Zequeira, la propia María Teresa Vera con Lorenzo Hierrezuelo, éste último junto a Francisco Repilado primero y con su hermano Reynaldo después, en el antológico Dúo Los Compadres, entre tantos otros buenos trovadores que permanecen en nuestros oídos hasta nuestros días.
Hacia 1925 la trova había entroncado con el son, en lo que desempeñaron un papel importante las creaciones de Miguel Matamoros su paradigmático trío, también muchos importantes artistas, quienes en rumbaron el decir trovadoresco hacia nuevas vertientes formales y estilísticas, contribuyeron a la popularización de sus lenguajes y a su difusión internacional: Dúos como los de María Teresa Vera y Rafael Zequeira, la propia María Teresa Vera con Lorenzo Hierrezuelo, éste último junto a Francisco Repilado primero y con su hermano Reynaldo después, en el antológico Dúo Los Compadres, entre tantos otros buenos trovadores que permanecen en nuestros oídos hasta nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario